Godoy Cruz hoy volvió a tirar por la borda un poco de prestigio. De su rica historia.

Es que cuando arriesgas siempre, alguna vez te sale mal. Como en esta ocasión. De planteles sin nombres y con algunos tapados que terminaron siendo figura se ha nutrido, por lo general, Godoy Cruz en primera división. Pero, a veces, jugar con fuego provoca que te quemes. Como en esta oportunidad.

Ver al Tomba duele los ojos. Un equipo sin alma, sin jerarquía individual y mucho menos colectiva.

La dirigencia de Godoy Cruz debe dar gracias de que el torneo de la máxima categoría del fútbol argentino hoy tiene 30 equipos y siempre hay alguno peor. De lo contrario, en uno de 20, Godoy Cruz estaría peleando hoy mismo el descenso.

La derrota venía pegando en el palo, ante equipos más o menos similares con los cuales a veces te toca ganar, otras empatar y también perder.

Pero hoy, cuando el rival juega medianamente bien, como en el caso de Independiente, no tenés ninguna chance. A los 35 minutos ya te cantan desde las tribunas ole, ole…”. 4 a 0 y partido liquidado a falta de una hora de partido. Una locura total.

Cuando arrancó el torneo con la derrota ante Rosario Central 3 a 0 en el Legrotaglie, este medio tituló: “Habrá que rezar”. Y no se equivocó, lamentablemente.