Desde abril Godoy Cruz no gana un partido por el torneo local. El descenso en la tabla general empieza a acechar al conjunto de Esteban Solari y, encima, el deterioro futbolístico es pronunciado.
Hoy, frente a Gimnasia y Esgrima en el Gambarte, el Tomba no tiró menos de 30 centros. Todos sin final feliz. Y es más, ni siquiera con destino de algún jugador de Godoy Cruz.
Claro, los defensores del Lobo parecían torres ante la insistencia estéril de Agustín Auzmendi, que pobre, hace lo que puede en un equipo que no genera fútbol a cuenta gota.
Después de dos partidos y medio ingresó Walter Montoya y, si bien no se lo vio bien físicamente, el ex volante de Racing demostró que es un jugador diferente para lo que hoy tiene Godoy Cruz.
Para colmo, el mejor jugador del plantel, Pol Fernández, «fue preservado». ¿Enserio hay que cuidar a un jugador que recién dentro de una semana volverá a tener actividad? Porque lo de la lesión, que desde algún sector argumentan, parece poco creíble. Solari debería saber, además, que el torneo no es menos importante que la Copa Sudamericana, teniendo en cuenta la situación en la tabla general.
Son muchos los aspectos negativos para que Solari siga en el cargo y que día a día se vaya desgastando el presente del Expreso.
Ahora se viene Mineiro, River, Mineiro y después Vélez. ¿Será hora de para que la dirigencia tome una determinación ya?

