En una conferencia de prensa que dejó traslucir una mezcla de decepción y serenidad, el director técnico de Godoy Cruz, Esteban Solari, compartió su análisis tras el empate 1 a 1 frente a Independiente Rivadavia, en una nueva edición del clásico mendocino.

“Estamos dolidos”, fue una de sus primeras frases ante los medios, reflejando el sentimiento general en el vestuario tombino. El entrenador explicó que, a pesar del poco tiempo de recuperación tras el viaje a Perú por Copa Sudamericana —que implicó jugar apenas 48 horas después del regreso—, su equipo mostró carácter e iniciativa para quedarse con los tres puntos. “Sentíamos que el partido lo teníamos controlado”, insistió, dejando claro que la igualdad tuvo sabor a derrota.

Uno de los ejes centrales de la conferencia giró en torno al desgaste físico. Solari reconoció que en los últimos 20 minutos se notó un bajón en la intensidad del equipo: “Esto es fútbol profesional, todos los partidos son de alto desgaste. Puede ser que hayamos caído físicamente”.

Sin embargo, el técnico se mostró conforme con el trabajo defensivo en líneas generales, destacando especialmente el rendimiento ante jugadores desequilibrantes del conjunto rival. “No nos generaron una situación genuina de gol en juego”, remarcó. Aunque sí admitió una falencia: la defensa en las pelotas paradas. Justamente así llegó el gol de Independiente Rivadavia, tras una jugada que Solari consideró discutible. “Para mí hay un offside previo en el tiro libre que termina en córner… aunque los árbitros nos explicaron que no lo consideran así”, señaló, sin dramatizar, pero dejando en claro su desacuerdo.

Respecto a las decisiones tácticas, defendió su apuesta ofensiva de jugar con dos delanteros, remarcando que era una señal clara de intención de ir por la victoria en un partido clave. También explicó que los cambios realizados (o la falta de ellos) respondieron a señales positivas dentro del campo: “Muchas veces el jugador está dando buenas señales, y no hay que cambiar por cambiar”.

                               

En cuanto al estado del plantel, Solari afirmó que, a pesar del exigente calendario, el equipo llega bien preparado físicamente. La estrategia de rotaciones ha sido clave para evitar lesiones. “Tenemos que ir generando rotaciones para que no se resienta nadie”, explicó. En esa línea, aprovechó para destacar la actuación de varios juveniles, como Moral (18 años) y Lucas Arce, quienes cumplieron en roles difíciles.

De cara al futuro, el DT ya puso el foco en el compromiso internacional del martes ante Sportivo Luqueño, nuevamente en casa. “Tenemos dos días nada más para trabajar, pero lo bueno es que vamos a tener a nuestra gente”, dijo, valorando el respaldo de la hinchada como un factor determinante.

En síntesis, la conferencia mostró a un Solari reflexivo y consciente de las exigencias del momento, pero convencido del rumbo y del compromiso de sus dirigidos. Aunque el empate dejó un sabor amargo, el foco ya está en la recuperación y en seguir compitiendo en ambos frentes con ambición y equilibrio.

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