El deporte es parte de la vida y como todo, a veces es necesario un poco de suerte. Es cierto que mientras más entreno más suerte tengo, pero anoche ante Vélez, en otras circunstancias el partido podría haber terminado en una derrota cómoda, sin embargo Godoy Cruz ganó 2 a 0, anotó por primera vez en el torneo y consiguió alinear su primer triunfo en la Copa de la Liga. Ojala sea el inicio de un nuevo camino.
¿Cuántas veces el equipo jugó bien y perdimos?, ¿Cuántas veces la pelotita pegaba en el palo y entraba?, bueno… anoche fue al revés. El equipo no mostró su mejor versión desde el juego, pero fue inteligente y aprovechó sus momentos. Dos goles anulados al rival por posición adelantada a instancias del VAR, un gol en contra y dos pelotas en el palo.
El arquero volvió a ser una de las figuras y el equipo supo adaptarse a cada momento del partido. Esto es una gran virtud. Victoria a domicilio en la casa del ultimo del ultimo campeón y las puntadas iniciales de lo que puede ser una linda racha: dos sin perder.
No se trata de sacar méritos, el triunfo en Liniers es muy importante sobre todo en lo emocional. Ganando, todo es más fácil en la arena del futbol profesional y comenzar un ciclo con un triunfo y un empate ante dos rivales de renombre como Velez y River es un aliciente sano para cualquiera. Un gran viaje empieza con el primer paso.
Aprovechar el envión anímico del cambio de timón y de los últimos puntos obtenidos será tarea del nuevo cuerpo técnico, los jugadores deberán seguir cumpliendo con su trabajo con el profesionalismo de siempre y nosotros desde afuera deberemos acompañar desde donde nos toque. De estas situaciones incomodas se sale entre todos y ahora que se empieza a ver la luz al final del túnel, es momento de no soltar el acelerador.

