Godoy Cruz volvió a caer, esta vez ante Vélez por 2 a 0 en el Gambarte, sigue penúltimo y se complica en la anual.
Cuando asumió Walter Ribonetto en lugar de Esteban Solari, se le venía una seguidilla importante de cuatro partidos, dos por el Torneo Clausura y dos por Copa Sudamericana. Resultado: 0 puntos. Si bien en Brasil el equipo pareció mostrar otra cara, al menos desde lo anímico, el equipo se fue fundiendo en depresión y falta de ideas.
Hoy volvió a ser estéril. Desbordes por las bandas y centros para nadie. Godoy Cruz no tiene otra fórmula. No solo no convierte, tampoco genera situaciones de peligro. Tampoco dan resultado las llegadas de algunos futbolistas. Casos como el de Walter Montoya o Pol Fernández no hacen la diferencia.
El equipo está inmerso en una profunda depresión futbolística y la situación es insostenible y cada vez más caótica. Cerca de zona de descenso, algo impensado hace unos meses. Es difícil saber cuál es la solución cuando ya el plantel está armado, al menos hasta fin de año. Lo que sí es una fija es que se necesita dar un golpe de timón sí o sí. De lo contrario, el desenlace puede ser aquel que nadie quiere ni siquiera imaginar.