Tras la eliminación de la Copa Argentina ante Excursionistas, el equipo fue criticado duramente por muchos sectores. Ayer, con una actitud totalmente diferente, logró una victoria importante de visitante y acumula cinco partidos sin perder en la Copa de la Liga.
Es cierto que aún no hemos podido ver la idea del nuevo entrenador; es cierto que el mazazo de la eliminación de la Copa Argentina fue duro; es cierto que aún falta un tiempo contra Talleres, pero también es cierto que el equipo volvió a ganar de visitante, que se vio una entrega y un compromiso diferente, y que se empiezan a encadenar victorias y empates. Elijo creer.
El partido ante Barracas Central no reviste análisis desde lo netamente futbolístico. El campo de juego era un lodazal y realmente es muy complejo jugar en esas condiciones. Godoy Cruz entendió que el partido pedía entrega, actitud y perseverancia. Por ese camino fue y ganó tres puntos muy importantes, porque no muchos le van a ganar al Guapo de visitante.
El trabajo colectivo fue fundamental para obtener una victoria que, a la postre, será vital. Como siempre, hay algunos puntos altos, y sin duda entre ellos está el autor de los goles, pero yo me quedo con la inteligencia de Jara para sacar la pelota del campo de juego espantoso, hacer un jueguito como recurso y tirar un centro de aire que terminó en el segundo gol del Expreso, previa carambola entre dos defensores de Barracas.
Ese gesto de lectura, por más simple que parezca, demuestra concentración e inteligencia en el minuto 92 de juego, clave en un equipo que va a necesitar sumar mientras se ensambla en lo colectivo bajo la forma que pretenda darle Esteban Solari.
De la victoria en Sarandí, me quedo con la entrega de todo el grupo de muchachos que, con vergüenza deportiva, salieron a cambiar la mala imagen que habían dejado en Córdoba y lo lograron. Me quedo con la resiliencia de un equipo al que se lo trató muy mal y que salió a poner la cara, consiguiendo un buen triunfo.
Sé que hoy parece poco, pero encadenar cinco partidos sin ser derrotado en una misma competencia no es sencillo y, lentamente, así se construyen los buenos rendimientos y las campañas que se recuerdan. Ojalá este sea el camino y esta no sea la excepción. Elijo creer.